- hola@concienciaplena.org.mx
Si estás pasando por una crisis de ansiedad y necesitas a alguien que realmente te escuche y te comprenda, estamos aquí para ti.
Ofrecemos un acompañamiento, diseñado especialmente para quienes están iniciando o llevando un tratamiento médico y sienten que el apoyo a su alrededor es insuficiente.
Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida.
Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos (ataques de pánico). Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta. Existe un tabú generalizado acerca de esta condición.
Se definen cuatro niveles de ansiedad en función de sus efectos:
Ansiedad leve: Aumenta la percepción y puede facilitar el aprendizaje y la creatividad.
Ansiedad moderada: Reduce el campo de percepción; la persona se enfoca en preocupaciones inmediatas pero puede redirigir su atención.
Ansiedad grave: Campo perceptivo muy reducido; la persona solo se centra en aliviar su ansiedad.
Angustia: Miedo extremo; incapacidad total para actuar. Puede causar desorganización mental y física grave, incluso ser fatal si es prolongada.
Ataques de pánico: Episodios súbitos de miedo intenso con síntomas físicos (palpitaciones, opresión en el pecho) que alcanzan su pico en 10 minutos.
Agorafobia: Ansiedad en lugares donde escapar es difícil o no hay ayuda disponible; se asocia con el trastorno de pánico.
Fobia específica: Miedo irracional a objetos o situaciones específicas (volar, animales, sangre).
Fobia social: Miedo persistente a situaciones sociales donde se teme ser evaluado negativamente.
Trastorno por estrés postraumático (TEPT): Reviviscencia de un evento traumático con evitación de estímulos asociados y reactividad reducida.
Trastorno por estrés agudo: Síntomas similares al TEPT poco después del trauma (embotamiento, amnesia, conductas evitativas).
Trastorno de ansiedad generalizada: Preocupación excesiva y persistente por diversas situaciones durante más de 6 meses, con síntomas como inquietud e insomnio.
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: Ansiedad provocada por intoxicación o abstinencia de sustancias como alcohol, cocaína, o cannabis.
Estamos convencidos de que, en continuidad con tu psiquiatra y tu tratamiento médico, contar con alguien que te escuche y te acompañe de la mano puede ser un gran apoyo. A veces, hablar con alguien que te entienda puede ayudarte a desahogarte y a tomar conciencia de tu proceso. Estamos aquí para ofrecerte ese espacio de contención y escucha, donde puedas explorar tus emociones y encontrar claridad y alivio en tu camino hacia el bienestar.
© 2010 All rights reserved
Hecho con ❤ por Janette Rodríguez